El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, se gasta 250.000 euros en la reforma de un piso oficial.
Como este despilfarro puede quedar muy feo en las fechas electorales en las que nos encontramos (y más en alguien que presume de ser de izquierdas, socialista, progresista … y demás adjetivos vacíos con los que gustan adornarse algunos políticos de su partido aunque vivan y se comporten como marqueses) el señor ministro le echó la culpa a la anterior inquilina del piso reformado, la exministra de vivienda María Antonia Trujillo, por habérselo dejado hecho unos zorros y necesitado de una reforma en profundidad: «Para su uso como vivienda y dotarla de la dignidad imprescindible».
La señora Trujillo, a la que según lo dicho por Bermejo, parece que no hay que alquilarle un piso ni invitarla a casa por si acaso ya que parece no tener la dignidad suficiente, ha venido a decir que de eso nada, que si el actual ministro de Justicia ha tenido un caprichito que apechugue con las críticas y lo justifique de otra manera (si puede, añado yo), que ella vivió muy ricamente y sin problemas en el pisito de marras (lo de pisito lo dejo en cursiva).
Mientras tanto los funcionarios de Justicia siguen de huelga.
Foto | ANA PÉREZ
