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Ahora que el dinero escasea, ha llegado la hora de la inteligencia, la sabiduría y la imaginación. Ha llegado el momento de las grandes ideas frente al de las grandes inversiones. Desterrando el egoísmo corporativo, fácilmente podemos pasar de ser la Ciudad de la discordia, a la de la concordia. Si de la confrontación pasamos al de la cooperación, se puede ceder fácilmente el antiguo palacio del obispo para poner en marcha el esperado Centro de la Memoria y facilitar el trabajo directo para más de 100 empleados, llenando muchos de los pisos vacíos que están quedando libres por la despoblación. Además atraeríamos de nuevo a mucho turismo, incrementando a su vez el empleo en los sectores de la hostelería y el comercio. Ha llegado el momento para que nuestra Ciudad sea la Ciudad de las Lenguas del mundo, simplemente colaborando la Universidad, con el Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno Central. Sería un proyecto pedagógico que atraería a muchos estudiantes. Salamanca tiene mucha tradición en ello. Debemos recordar lo que nos dijo Alfonso X El Sabio:»por un clavo se pierde una herradura, por una herradura un caballo, por un caballo un caballero, por un caballero un campo, por un campo un reino». Salamanca, ciudad de la Concordia. Y que tal galardón reciba si a la Humanidad sirve, como en el entierro del Señor de Orgaz.

 


Foto | Manuel Holgado