Peseta

Nos dice la Real Academia Española de la Lengua que zombi significa persona supuestamente muerta que ha sido reanimada por arte de brujería con el fin de dominar su voluntad; también con el significado de atontado que se comporta como un autómata. A su vez nos recomienda que el plural sea “zombis” para desmarcarnos del inglés “zombie-zombies”. Esta palabra de origen africano ha servido para enriquecer aún más nuestro idioma. Ahora que tenemos la definición oficial será utilizada para explicar la situación de gran parte de nuestro Sistema Financiero incluyendo la última reforma. Una vez más se llega tarde al diagnóstico y por tanto a su curación. Las nuevas medidas se basan en ampliar provisiones sobre activos sobrevalorados llamados “tóxicos”. El Gobierno estima que esto provocará pérdidas en las Entidades haciendo disminuir los fondos propios por debajo de lo exigido en Basilea III y obligándolas a ser absorbidas por otras que sí lo cumplen. Pero estas variables ya están descontadas, ahora la “bomba de relojería” se llama “riesgos de tipo de interés”. Las Entidades zombis son fácilmente reconocidas por pagar primas de riesgo superiores a 400 puntos básicos en la captación de ahorros como hacía el Sr. Madoff antes de explotar, por tanto, no queda más remedio que aplicar la cirugía radical sobre miembros gangrenados para evitar el contagio del resto del Sistema. ¿Fácil?, nadie dijo que lo fuera.

 


Texto | Chibus
Foto | robtheprincess bajo licencia CC