En estos días inciertos de fiestas y comiendas, bebiendas y cotillones, donde todo el mundo rebosa en buenos deseos para con los demás, parece que es un delito quedarse en casa y no salir por ahí a gastarse lo poco que queda ya de la paga extra (a este paso para las rebajas no va a quedar un duro). Pues la pasada nochevieja yo, convaleciente de problemas estomacales originados por tanto exceso, tuve que quedarme en casa a ver la tele y, el panorama, fue desolador, más que desolador, traumático, vamos, qué no se si después de esta experiencia lobotomizante volveré a ser el mismo.

[photopress:mf_clarita_PIC1083261128.JPG,full,left]Al margen de la parrilla televisiva de la que, para mis modestos gustos, solo se salvó Cruz y Raya y algún que otro guiñol de Canal +, a uno le da que pensar en todas esas promesas que nos hicieron en su momento: que si comités de sabios, que si informativos independientes, que si …. no se cuantas cosas más que nos iban a traer el oro, el moro, la paz mundial, la vacuna contra el sida y la solución al hambre y la pobreza. Pues bien, de todas las cosas yo me quedo con lo del comité de sabios: un grupo de ¿sabios?, encabezados por los filósofos Lledó y Sabater, con algún que otro periodista, y no se cuantos más y entre los que, por cierto, no había ningún economista. Las conclusiones de este comité fueron puramente fachada: ¿qué hacen filósofos y periodistas aportando sugerencias económicas para TVE? ¿No se supone que sus conclusiones deberían regular los contenidos y no los continentes? El caso es que, después de 10 meses de trabajo (imagino que 10 meses de sustanciosas dietas también) y otros 10 desde que sus conclusiones se hicieron públicas, después de lo visto últimamente en televisión ¿para qué ha servido todo esto? ¿para que vuelva Pepe Navarro, abanderado de la televisión inteligente? ¿para que, en lugar de nuevas propuestas nos junte a todos los pelícanos y misisipis y se lleve una pasta gansa?

Ya puestos a hacer comedias y fachadas, que ese comité de sabios se hubiese hecho en plan foto-montaje como la foto de sus-majes con los nietos, al menos de esa forma, aunque estaríamos igual que ahora, nos hubiesen ahorrado una buena pasta a los contribuyentes. Yo, desde mi humilde punto de vista, opino que esto no tiene arreglo, que TVE jamás va a ser una televisión de servicio público donde no solo tengan cabida las grandes masas si no que además haya programación también para la mayoría de las minorías, que la subvención pública no va a evitar que compita con el resto de cadenas privadas por las audiencias, así que, por favor, privatícenla o ciérrenla pero dejen de malgastar el dinero público ya de una vez.


Foto: Clara Natoli