Franco en la Plaza Mayor de Salamanca

Según los historiadores, el golpe de estado contra la República tuvo tres cabezas: Franco, Mola y Sanjurjo. Su estrategia militar fue ganar la capital de España haciendo un triángulo desde Cádiz, Salamanca y Burgos/Pamplona. Cada punto tenía su General. A Salamanca le tocó el General Franco, financiado por los March y que se protegía con una posible salida a Portugal si fallaba el golpe. Cuando gana Salamanca, lo primero que hace es matar a sus representantes libremente elegidos. Posteriormente, la represión fue brutal contra los que eran del otro bando. El Obispo Pla y Deniel le ofreció su Palacio para dirigir desde allí la guerra. Con la muerte de Mola y Sanjurjo, Franco se erige mandatario único con su famosa proclama de España, una, grande y libre…aunque mantuvo los Fueros Vascos y Navarro como compensación a los apoyos de esas burguesías. Durante 30 años el que no estaba con Franco sería simplemente exterminado, por eso muchos españoles tuvieron que exiliarse. En los últimos 10 años de la vida del General, empezó una tibia oposición que hizo capaz el cambio democrático cuando este murió tranquilamente en la cama. El NO-DO ofrece imágenes de Franco vitoreado en todos sus actos, por eso, actualmente ya no es hora de que los “valientes” salgan de sus armarios. Y ya que nuestra ciudad fue simplemente utilizada, se propone un gran congreso internacional en Salamanca sobre la figura de Franco, donde los historiadores venidos desde todo el mundo puedan debatir científicamente lo que ya es historia y sacar conclusiones. Los dictadores lo primero que hacen es borrar la historia para que su pensamiento sea único. Los demócratas, no debemos correr el riego de que nos suceda como a los de la Ciudad Cangrejo, que de tanto pensar “p’atrás”, se convirtieron en Cangrejos. Paro y despoblación son nuestros problemas permanentes, dejemos a los historiadores ganarse sus lentejas. No borremos la historia.