yo para ser feliz quiero un camión, foto de Oxalc

Desde 1996 España viene perdiendo competitividad. Esta pérdida de competitividad la han utilizado las grandes empresas -muchas de ellas eran Públicas- para lanzar a la calle a muchos empleados que no tuvieron más remedio que hacerse autónomos o crear pequeñas sociedades limitadas con tres mil euros de capital social. Ahora cuando llega la crisis o la desaceleración -¡que más da el nombre!-, estos autónomos y pequeños empresarios son los grandes perjudicados y no reciben ayudas. Sin poder generar ingresos suficientes, las distintas administraciones o las grandes empresas les pagan tarde, mal y en ocasiones nunca, provocando la temida quiebra, perdiendo lo único que les quedaba: su propio hogar. Se propone una ley estatal para que las distintas Administraciones Públicas o Grandes Empresas les paguen como máximo a los 90 días. Otra propuesta para aliviar esta crisis sería que los autónomos y pequeños empresarios puedan rescatar sus planes de pensiones para hacer frente a sus deudas. La actual ley no se lo permite hasta la edad de jubilación. El Estado ganaría impuestos y a nuestros defendidos les vendría como “agua en mayo”. Tiene gracia que sus ahorros estén financiando al Estado o las Grandes Empresas y no puedan utilizarlos para ellos mismos.

 


Foto | Oxalc