Los economistas se quejan de intromisión en su profesión. Dicen que ahora todo el mundo sabe de economía. Y no es para menos. La economía está clasificada como ciencia social, es decir, nos afecta a todos. También, y desde el punto de vista de la psicología, nadie duda de que la economía sea un estado de ánimo. Si nos vamos a la física, cada día que pasa se comprueba que el estudio de los gases tiene mucho que ver con la cantidad de dinero esfumado. También el estudio de los fluidos nos da una gran lección de economía. La hidrostática -estudio de fluidos en reposo-, y la hidrodinámica -estudio de fluidos en movimiento-, nos dan la visión de su control en favor de la humanidad, pero cuando se produce un maremoto cerca de una costa, el agua arrasa todo lo que los humanos han construido durante siglos.
Ahora, todos estamos con el “alma en vilo” -religión en estado puro- hasta que abra la banca chipriota y se produzca el temido el efecto estampida-huida impetuosa de personas o animales-, y comprobar in situ si su efecto pánico solo arrasa esa costa o todo el Mediterráneo. Todo se reduce a espacio/tiempo
Texto | Chibus
