flamenco show

El Show Celtibérico sigue de plena actualidad. Podemos leer en el artículo «la muñeca flamenca y la lotería primitiva» de Finito de Aldatejada publicado hace unos días en su Vapor Liberal una breve reflexión sobre una de las últimas faenas acaecidas (o perpretadas) en el ruedo celtibérico:

Lo que sucede en España es de coña marinera. Si Arniches levantará la cabeza se vuelve a la tumba con un retortijón. Ni en sus mejores obras el hombre hiló tan fino. Ahora resulta que el PSOE junto con Izquierda Unida han propuesto, que EL FLAMENCO sea competencia exclusiva de la Junta de Andalucía. ¡¡¡Dios, que clase política tenemos!!!. Les remito al enlace porque la risa no me permite teclear: PSOE e IU proponen que el flamenco sea competencia exclusiva de Andalucía

Es lo que tiene el pretender ser nación, que hay que inventarse muchas cosas por absurdas que sean y tener la exclusividad de otras muchas para así ser diferente, por que aunque no se sea, hay que parecerlo.

Y de estas exclusividades y de estos monumentales ridículos, por que nadie en su sano juicio puede decir que esto no es ridículo, nos habla Javier Carballo en su blog:

Vamos a ver, que exclusiva quiere decir exclusiva. Como si, por ejemplo, se introdujera un artículo en la Constitución en el que se estipulara que la reforma de los Estatutos de Autonomía es competencia exclusiva de quienes, con el mandato ciudadano, estuvieran capacitados para acometer esa tarea y acreditaran previamente la necesidad de la reforma. La que nos ahorraríamos, uff.

En cualquier caso, lo realmente simbólico del artículo sobre el flamenco del nuevo Estatuto andaluz, lo que ha movido a carcajada nacional, no es tanto la apropiación competencial del flamenco sino el ridículo al que se ha llegado con ese afán de las competencias exclusivas, el asfixiante achique de espacios, que dice Arcadi. ¿Oiga, cómo va a tener usted la competencia exclusiva en mi conocimiento del flamenco? Y así, toda la retahila que se añade. Aún están a tiempo de corregirlo. La fórmula es sencilla: Menos exclusividad y más sencillez.

Leer artículo completo

A las reflexiones del señor Carballo yo añadiría algo así como menos estupidez y más sentido común, por que si algo no es exclusivo de nadie, y menos de cualquiera de las actuales tribus celtíberas (o mejor dicho, de sus jefezuelos), es la estupidez.