Cuando he leído la noticia en Tribuna de Salamanca no salía de mi asombro: resulta que la SGAE reclama a los municipios derechos de autor por las verbenas populares que contratan para las fiestas y obras de teatro representadas durante las mismas y, para colmo, hay sentencias judiciales que dan la razón a la SGAE en la petición de esas comisiones, como el caso de Almenara de Tormes y Trabanca.

A mí, particularmente, me alarma mucho este hecho: nos están diciendo que la industria discográfica está en crisis debido, dicen, en gran medida, al problema de la piratería. Amparados en este hecho, los señores de la SGAE lloran y lloran y consiguen y consiguen, llegando a un punto en que es mayor delito bajarse una canción de Internet que robar ese mismo disco en la tienda de la esquina. Con tanto llorar, consiguieron el famoso canon de los CDs, consiguen que los bares paguen por tener tele, por poner música y, así, un largo etcétera, hasta llegar al punto en el que, como se anunciaba en abril del pasado año, la SGAE bata su propio record de beneficios .

[photopress:mf_clarita_dancingpeople2_m.jpg,full,left]Si seguimos en esta línea no sé qué va a ser lo siguiente: ¿pedirán un canon a la iglesia por leer los evangelios los domingos? ¿Quizá a las madres que canten nanas a sus hijos mientras les acunan? Y lo peor de todo ¿les darán nuestros representantes que nos gobiernan la razón como hasta ahora? En este caso, como en tantos otros, los estamentos han ofrecido la mano y se han cogido el brazo entero, se han convertido en una asociación con su propia policía musical que vigila todo aquello que suena, se ve o se lee, que cobra y solo reparte entre unos pocos. ¿Me van a decir ustedes que a los grandes artistas, que venden cientos de miles de copias de sus discos a pesar de la piratería, les hace falta más dinero? ¿Qué pasa, que con la crisis de la industria musical ya no pueden mantener sus mansiones en Miami?

El problema de la industria musical y la crisis es culpa de la propia industria, mientras han tenido la sartén por el mango han abusado, y ahora eso se vuelve contra ellos, lloran, patalean, pero no replantean el negocio para dar una solución al problema, si no que auspician este tipo de asociaciones para que, en su nombre, peleen por unos derechos que ellos mismos han perdido hace tiempo. Ahora esto, como todo, tiene su lado positivo, debido a la piratería, los sellos discográficos están optando por dar salida a un sinnúmero de nuevos grupos que ven en esta situación, por fin, una oportunidad de darse a conocer.

Por otra parte, y volviendo al tema inicial, ¿por qué tienen que hacer frente los ayuntamientos al pago? ¿No deberían ser, en todo caso, esas orquestas quienes paguen ese canon? ¿No deberían de ser quienes utilizan esa música con ánimo de lucro quienes paguen? Al final, lo que está ocurriendo es que están mordiendo la mano que les da de comer, exigen, exigen y exigen pero no dan nada a cambio, apelan a la buena voluntad de la gente para que no compre música “top manta” y a cambio no dejan ni tocar a las orquestas de verbena, compuestas todas ellas por gente que se gana la vida honradamente. La SGAE, una asociación de la que podían salir cosas muy buenas: proteger realmente los derechos de los autores, no intentar enriquecerse a costa de ellos, promover talentos, no coartar aquellos que no tienen para pagar las cuotas y, por tanto, no les dejan publicar, en fin, ¡qué mundo este!, si alguna vez me veo en necesidad, seguramente que piense antes en atracar farmacias que en tocar la guitarra en el metro, por lo menos si me pillan está menos penado.


Foto original: Clara Natoli