Puño sobre la piel desnuda

Los acuerdos internacionales denominados “Basilea II”, pretenden garantizar los dineros de los ahorradores cuando estos los confían a una Entidad Financiera. Los créditos se concederán principalmente por un sistema matemático de medición de riesgos en el que intervienen variables “cuantitativas” y “cualitativas”. Estas medidas llamadas “rating”-para las empresas o “scoring” para las personas físicas dirán si se concede el crédito y el precio del mismo. Si nos trasladamos al ámbito de nuestra Región, sostenida mayoritariamente por empresas familiares, con bajo nivel de fondos propios y no muy alta generación de beneficios, esta nueva medición, les impedirá acceder al crédito y en el caso de conseguirlo, será muy caro. Urge un proyecto en Castilla y León para incrementar el capital de las empresas, equilibrando sus balances y así acceder al crédito para financiar nuevas inversiones. Una idea podría ser la de conceder créditos “blandos” a empresarios si incrementan el capital social de sus empresas, colaborando las entidades financieras ubicadas en la Región, la Agencia de Desarrollo e Iberaval. Otra idea, sería a través de fondos de “capital riesgo” aportado por dichas entidades financieras y la Junta. La última sería a nivel Nacional con una Ley de Regularización de Balances sin peaje fiscal, ¿viable?

 


Texto | J.L. Blanco
Foto | Luis González

 

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