Equívocos sanitarios

La eliminación de 456 fármacos de la financiación a cargo de la Seguridad Social es un asunto de interés, por los errores que incorpora y por los aciertos que entraña. Entre estos últimos hay que destacar que muchos de los medicamentos excluidos no aportan nada a la salud de las personas y carece de sentido utilizar dinero público para engordar las cuentas de resultados de los respectivos laboratorios farmacéuticos. Un grupo importante de los medicamentos guillotinados por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (los responsables de enfrentarse al deterioro cognitivo asociado a la edad, las varices, la psoriasis, el herpes labial, las hemorroides, las dislipemias leves o la ansiedad venial, por ejemplo) no deben ser financiados por la Sanidad Pública por su manifiesta y bien conocida incompetencia en aliviar los sufrimientos de los ciudadanos en las indicaciones aprobadas. La pregunta clave, pues, es ¿por qué razón esos medicamentos eran financiados con cargo al Presupuesto del Estado, desde hace lustros, a sabiendas de su ineficacia?

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