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Mucho ha cambiado la España profunda desde 1975. En los bares o en las peluquerías ya no se habla de política, el fútbol es la excusa perfecta para “salirse por la tangente”. Toda conversación incipiente termina con un “todos los políticos son iguales”, y a la hora de votar, la mayor parte sigue votando a los mismos. Los que ganan lo hacen porque los “otros” no votan. A esto lo llamaríamos un gran “déficit democrático”. Algo muy preocupante a los que creemos en la Democracia.

No obstante, hay conversaciones que solo se pueden escuchar en una ciudad como Salamanca y si no se lo creen sigan leyendo lo que un charro corriente opinaba cuando su barbero le cortaba su lacia cabellera que dejaba entrever una “brillante” cabeza antes de que las ideas se le congelasen por las bajas temperaturas.

Miren -hablaba con el peluquero pero realmente lo estaba haciendo para toda la concurrencia-, yo creo que España debiera ser gestionada como una Comunidad de propietarios. Cada año se reúnen los vecinos y el administrador independiente siguiendo los años anteriores hace números y propone unas nuevas cuotas para que al finalizar el ejercicio exista un pequeño superávit. Si con el trascurso de los meses, la Comunidad ha gastado más, se imponen las famosas “derramas” que son aplicadas a cada vecino según su coeficiente. Muy sencillo, de esta forma los nuevos vecinos, si los hubiera, no cargarían con el “muerto” de anteriores gestiones.

Pues quizás en una simple peluquería esté la solución. El déficit público solo debiera durar como mucho un trimestre, justo el tiempo que se necesita para auditar y validar las cuentas públicas. En ese momento los “números rojos” deben ser cubiertos con una derrama cuyo importe se distribuiría proporcionalmente a los ingresos fiscales de cada persona o sociedad más su impuesto del patrimonio. Es decir, la fórmula de “coeficiente de propiedad” se obtendría sumando los impuestos de la Renta, Sociedades y Patrimonio. Por este motivo, todos los españoles mayores de 18 años deberían hacer su declaración sobre la Renta incluido el patrimonio. Quien no lo hiciera, no tendría derecho a votar ni a obtener subvenciones públicas.

Este sistema inmediato de corrección del déficit, como se hace en las Comunidades de Propietarios, impediría que las nuevas generaciones pague los “platos rotos” de las anteriores y los votantes serían muchos más exigentes con sus representantes políticos, ya que una mala gestión de estos le provoca inmediatamente “rascarse el bolsillo” y a esto sí parece que los españoles nos hemos “europeizado” con rapidez.
También podemos señalar aquí que la “derrama nacional” sería pagada a través de los impuestos, los que más se beneficiaron de la larga etapa anterior de bonanza económica, más pagarían. Lo injusto es que dicha derrama se esté pagando por los que menos se beneficiaron cuando España crecía más que Francia y Alemania juntas.

Al acabar de rasurar una cabellera más, el peluquero de espesa mata de pelo perfectamente cortado -¿su gran secreto es dónde se corta el pelo?- simplemente llegó a balbucear aquello de, sí, quizás tengas razón, como en nuestra Comunidad.

 


Texto | Chibus
Foto | DarcoTT.com