V Fiesta del Ferrocarril

V FIESTA DEL FERROCARRIL

Domingo, 28 de octubre de 2007 – Estación de La Fuente de San Esteban

10 h. Apertura de las exposiciones:

  • El Camino Imposible a Portugal
  • La Vía Reinventada
  • Maqueta de la Asociación Salmantina de Amigos del Ferrocarril
  • Audiovisual Camino de Hierro

10,30 h. Actividades lúdicas en la vía cerrada: Biclonetas, Mcflygth, Motorrail, Ferrociclo, Vagoneta Tracción Manual, Balancín Ferroviario…

12 h. Presentación: La vía posible, la vía que queremos.

12,30 h. Momento cultural: Recital poético, música, etc.

15 h. Clausura.

 

LA VÍA QUE QUEREMOS

Las protestas de los Sres. Galante y Silvela, Diputados a Cortes por Vitigudino y Ledesma, hace ya 125 años, consiguieron revocar la decisión del Ministerio de Fomento sobre un proyecto de comunicaciones para Salamanca que, en aquella ocasión, excluía del trazado del ferrocarril al noroeste de la provincia. Así, gracias a su empeño, el 12 de septiembre de 1881, se anunció la subasta de un doble trazado ferroviario que materializaba el sueño de progreso para los salmantinos de acercarse a Oporto. En los periódicos de la época se reflejaba el optimismo al encontrar una salida al mar para exportar los excedentes cerealistas de la provincia y la alegría de las gentes de Oporto al lograr una vía de comunicación directa con el resto de Europa. Era una línea concebida para generar riqueza más que para distribuirla.

Desde que se cerró, hace 25 años, las infraestructuras han ido quedando en el olvido y abandonados los sueños de progreso y bienestar social de los salmantinos. Oportunidades perdidas para una provincia cada vez más despoblada, a la que nuestros dirigentes políticos no se atreven a defender, carentes de la fe y de la ilusión necesarias.

Los miembros del colectivo Camino de Hierro no estamos vinculados a ningún partido político ni sindicato. Somos ciudadanos comprometidos con nuestra realidad cercana y unidos en la defensa del rico patrimonio industrial que constituye la Línea Férrea La Fuente de San Esteban a Barça D´Alva, declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. No se trata sólo de preservar este patrimonio para las generaciones futuras, sino que planteamos su recuperación como una forma de romper una dinámica que, tras decenios de inmovilismo, no parece conducir más que a la ausencia de proyectos reales de futuro y al abandono. Creemos que la propuesta de reutilización de la línea férrea tiene todos los ingredientes para constituir un revulsivo económico, al plantear un foco de atracción turística, cultural y lúdica de primer orden. Se han presentado proyectos, memorias valoradas, estudios, etc. y todos chocan con el desconocimiento de la infraestructura y de lo que puede hacerse. Nadie toma decisiones que impliquen un riesgo para sus legítimos intereses personales, máxime cuando estamos hablando de una parte del país con una población envejecida y escasa, un mínimo porcentaje de votos por los que parece que no vale la pena luchar.

En el siglo XIX, las dificultades durante la construcción de la vía férrea multiplicaron los costes económicos y llevaron a una grave crisis bancaria en Oporto, lo que se definió en Portugal como “a salamancada”. A las muertes por la peste y accidentes laborales, se unieron la ruina de muchos inversores y empresarios portugueses y numerosos dramas personales. La presión social en el país vecino forzó al gobierno portugués a sufragar el elevado coste económico de la línea española. Desgraciadamente, estamos asistiendo, en nuestra provincia, a una nueva salamancada: las ayudas se pierden y nuestros representantes ante las diferentes administraciones, carentes de ideas, son incapaces de presentar propuestas contra el abandono. ¿Cuánto tiempo habrá que esperar para que se realice alguna intervención? Unos no hacen nada porque dicen no tener competencias. Otros se escudan en macroproyectos, cuya cuantificación económica es inviable. Y los hay que sólo son capaces de imaginar folletos y propaganda.

Sin embargo, creemos que el futuro existe y es posible, aunque nos encontramos en una zona que parte de unas condiciones muy desfavorables por su posición fronteriza, alejada de los flujos económicos y de los centros de poder. Si nuestras propuestas han parecido arriesgadas para las personas con miedo a tomar decisiones, quizás deberían saber que esos planteamientos se han llevado a cabo en otras partes del mundo, que no son quimeras. Hemos constatado que proyectos semejantes ya se han implantado en países vecinos como Alemania, Bélgica, Suiza y Francia, aún sin tratarse de monumentos como nuestra línea férrea, ni discurriendo por dos ecosistemas, uno de ellos Parque Natural, ni disponiendo de unas características climatológicas tan favorables. La negación de las posibilidades que tiene esta línea supone perder una oportunidad de crecimiento que la provincia no debería permitirse.

Hace ya más de dos años, el Senado aprobó una resolución para la reutilización de la línea con fines turísticos y una partida de 500.000 euros de inversión, que no se ha traducido en nada concreto. Recientemente, el Gobierno central, la Junta de Castilla y León y la Diputación de Salamanca se han comprometido a la recuperación de una parte de la vía férrea, dentro del Plan de Dinamización de Las Arribes, que, a nuestro entender, adolece del mismo defecto de parcialidad y escasas perspectivas reales como todo lo que se ha proyectado e invertido, hasta el momento, en la zona.

  • Sólo contempla la recuperación de una parte de la línea, en su tramo más alejado de Salamanca, con lo que no se soluciona el problema de accesibilidad.
  • Surge sin una visión integral que implique a todas las comarcas por las que discurre la vía férrea, lo cual imposibilita una planificación conjunta y práctica, que constituya un estímulo verdadero para el desarrollo.
  • Prevé la redacción de proyectos para la recuperación de las estaciones y otros elementos, que no tienen sentido sin una afluencia clara de visitantes, y creemos que esto no se producirá sin la atracción de una oferta lúdica y cultural global.

Demasiado a menudo hemos escuchado la manida autocrítica “si fuera en Barcelona o en Valladolid ya estaría todo en marcha”, y quizás sea cierto. Aquí se empezó en 1993 y, con todo a favor, estamos sin nada, frente a proyectos posteriores de otros lugares del país, con mucho menos que ofrecer. Partimos con la desventaja de ser una provincia periférica, pero no sólo nos diferencia la distancia. La magnitud de la defensa de sus intereses que hicieron, en el siglo XIX, los ciudadanos y munícipes de Oporto y de sus comarcas cercanas, sólo es comparable con la dejadez actual y el olvido que hacemos nosotros mismos de este Bien de Interés Cultural. Reconozcamos que somos habitantes de una hermosa provincia, pero no ciudadanos comprometidos con nuestra realidad. La “salamancada” está en nosotros mismos, que aceptamos por bueno lo que es malo y no hacemos absolutamente nada para impedirlo.

Desde el colectivo Camino de Hierro queremos mostrar nuestro agradecimiento y recuerdo a aquellos portugueses que construyeron el sueño de sus vecinos, y nuestra confianza en que, en un día no muy lejano, seremos capaces de vislumbrar la luz al final del túnel.

Colectivo Camino de Hierro