Según podemos leer en una nota de prensa de la Plataforma Salmantina en Defensa del Ferrocarril parece que este año 2021 es el “Año europeo del ferrocarril” por lo que todos los actores de este medio de transporte se unen para fomentar su uso por parte de ciudadanos y empresas, y conseguir alcanzar el objetivo del Acuerdo Verde de la Unión Europea de ser climáticamente neutrales en 2050.
Una de las iniciativas más visibles es el “Connecting Europe Express”, un tren de eventos especiales que cruzará este otoño 26 países europeos. Comenzó su recorrido en Lisboa el pasado 2 de septiembre y finalizará el 7 de octubre en Paris, con paradas en la mayoría de capitales europeas, pasando de largo por Salamanca. Entre los colaboradores están las empresas públicas ferroviarias españolas al amparo del Ministerio de Fomento (ahora MITMA), quienes tantos problemas encuentran para dotar a esta provincia de un medio de transporte tan vital, al parecer, para el futuro y que ya tuvimos, desaprovechado.
En cada parada, transmitirán su importante mensaje sobre los beneficios del ferrocarril como piedra angular de una forma más inteligente y sostenible para que personas y mercancías se muevan de manera eficiente, segura y sin problemas por el continente. Es de suponer que en aquellas donde tengan servicios, claro. Si además olvidamos que existen hasta tres anchos de vía no compatibles y electrificaciones varias, acreditando la falta de interoperabilidad entre muchas partes de la red ferroviaria de la Unión Europea, muy especialmente en territorio español, con tres anchos de vía, tres tensiones distintas en la electrificación y varios sistemas de seguridad.
Desde los años 80 la línea de Fuentes de Oñoro a Medina del Campo ha recibido inversiones para modernizarla, aunque no las suficientes. A pesar de todas las trabas mantiene su importancia como conexión directa entre gran parte de Portugal y el Centro de Europa. El proyecto de Plan Ferroviario Nacional de Portugal sigue apostando por ello. Hoy es visible en la circulación de trenes de mercancías, pero no de pasajeros entre Salamanca, Ciudad Rodrigo y Portugal desde hace demasiado tiempo.
Ahora están finalizando con lentitud su electrificación, curiosamente con una tensión de 25.000V. la utilizada por trenes de Alta Velocidad de viajeros, pero no para mercancías y una línea que por diferentes motivos no permite la circulación a más de 155 km/h. Quizás esto se pueda entender como el anuncio de un prometedor futuro lleno de servicios ferroviarios desde Salamanca hacia el resto de Europa. O la experiencia nos recuerde la falta de sentido con el que se afronta el ferrocarril en España desde 1984, y esa electrificación al final tenga más de derroche que de utilidad. Las mercancías que ahora viajan por ahí lo seguirán haciendo movidas por derivados de ese petróleo que supuestamente desterrará el ferrocarril del año europeo.
Bienvenida la iniciativa, pero además de servir para algunos hacerse fotos, debería ser el punto de inflexión de una nueva realidad ferroviaria en la provincia de Salamanca. Y así quizás podamos creer la existencia de voluntad para apostar por el ferrocarril como medio de transporte de futuro. Tan pregonada en Programas Electorales y Planes varios con nombres a cada cual más rimbombante, pero que nunca vemos llevados a la práctica por tierras como la nuestra.
Recuperar todos los servicios anteriores a la desgraciada pandemia sería una señal inmejorable. Afrontar de una vez una política de servicios y precios verdaderamente incentivadora del uso del ferrocarril nos pondría en el camino correcto. Y ver una actitud seria y creíble por rescatar, desde la perspectiva del siglo XXI, la red ferroviaria que una vez tuvimos permitiría creer de verdad en un futuro prometedor para el ferrocarril.