Hoy me han enviado un correo con el artículo Un joven deberá pagar 2.700 euros por realizar graffitis en la plaza de San Román del diario digital Salamanca 24 horas donde se habla de la reciente condena a un salmantino como autor de un delito de daños contra el patrimonio de Salamanca por las pintadas realizadas en la Plaza de San Román. Condena que conlleva una pena de quince meses de multa a razón de seis euros al día (2.700 euros) o un arresto carcelario sustitutivo, más el pago de las costas y una indemnización.
Mucha gente se ha alegrado de que actos como este (pintadas en el patrimonio artístico de la ciudad) empiecen a ser considerados delitos y sus autores sean condenados. Otros quisieran que se fuera mucho más lejos y se pusiera coto a las pintadas en cualquier lugar. Por mucho que se empeñen algunos, las «firmas» y la mayor parte de las pintadas no son arte (a no ser que se exiban en un museo de arte moderno, pero ese es otro asunto) :)
No tengo ni idea del tipo de pintadas realizadas por el «condenado» pero es fácil imaginárselo viendo como estaba la Plaza de San Román, ahora desconocida después de su limpieza. Tampoco creo que tengan nada que ver con los grafittis realizados por ejemplo por Alto Contraste en lugares autorizados, de los que algunos de sus últimos trabajos (1) (2) (3), he tenido el gusto de poder verlos realizar (aunque no comparto mucho su estética ni su temática, pero sobre gustos…).
