Fotografía de DarcoTT
El economista británico Guy Standing habría definido este concepto por primera vez. Se trata de una nueva clase social diferenciada de la llamada “clase trabajadora tradicional”

El liberalismo económico ha trasladado a la clase trabajadora la esencia propia de las empresas en tiempos en los que la competencia está a un tic de ratón. Y cuando hablamos de los precarios nos queremos referir al trabajador por cuenta ajena escasamente retribuido, al autónomo que trabaja 24 horas para una gran empresa, al autónomo que tiene menos de tres clientes, al empresario que regenta un pequeño negocio, ya que estos últimos son tan “precarios” como los anteriores al convivir en un mismo espacio.

Pero esta inseguridad es diferente para las personas que para las empresas.

Cuando una persona no tiene asegurados unos ingresos mínimos vitales deja de aportar a su sociedad lo mejor que lleva dentro: Su ilusión, su imaginación, su ingenio, su esfuerzo. Y si esta inseguridad la sufren muchas personas, sus sociedades se vuelven “enfermizas” y tras el brutal liberalismo vienen los populismos, los fascismos o los nazismos, que ganan adeptos cada día en el llamado mundo Occidental ya que estos ofrecen ante todo “seguridad”. Se ruega releer a Erich From y su libro “Miedo a la Libertad”.

Cuando una gran empresa –que es la suma de muchas personas y muchos medios de producción- compite en un mercado, esa competencia es el aliciente que tiene para seguir creando, para seguir innovando, para seguir cubriendo necesidades de su sociedad, para obtener su legítimo beneficio.

Para solucionar este dilema, los Estados deben ofrecer seguridad a sus ciudadanos a través de los impuestos y las medidas llamadas “sociales”, pero cuando estos Estados son superados por las Multinacionales, el Estado deja de ofrecer esa seguridad y la “quiebra” es total.

Este modelo “liberal” funcionaría siempre y cuando el paro no fuera superior en ningún caso al 5% pero cuando alcanza cifras próximas y casi permanentes del 20%, la crisis se vuelve crónica y los ciudadanos más jóvenes de ese Estado simplemente se mueven a otros Países en los que les ofrecen esa seguridad ansiada para vivir con dignidad, aportando allí su gran “valor”.

En España “precario” es sinónimo de trabajo temporal y mal retribuido, de autónomo, por eso nuestros jóvenes con más talento simplemente emigran.

¿Responsables?: Está claro que la llamada “Izquierda” -Partidos de Izquierda y Sindicatos de clase- que están haciendo “dejación de funciones” ya que prefieren pelear entre ellos por su “poltrona” que por las personas a las que tendrían que estar defendiendo con “uñas y dientes”: Parados, autónomos, trabajadores precarios, pequeños empresarios y pequeños pensionistas estamos indefensos esperando la “unión” de esos que dicen defendernos.