El sueño
Cuando los ciudadanos alemanes el nueve de Noviembre de 1989 tiraron el muro de Berlín, todos nos dimos cuenta que el modelo social y económico soviético había caducado. Detrás del muro había más miseria que delante.

Cuando el mundo entero vio por televisión el once de Septiembre de 2001 los atentados yihadistas contra las Torres Gemelas todos nos dimos cuenta que el modelo social y económico americano -llamado Occidental- había fracasado.
Estos dos hechos afectaron radicalmente a la economía mundial aunque los economistas profesionales marcaron el inicio de la crisis un quince de Septiembre de 2008 con la quiebra de Lehman Brothers.

Los americanos que siempre son más rápidos y menos burocráticos lo han resuelto –de momento al menos- dándole a la manivela de hacer dólares, provocando una devaluación superior al 50% y seguirán haciéndolo si su nivel de paro supera el 10% de la población activa. Es decir, primero las personas.

Mientras la Europa comandada por Troikas-con la Señora Merkel a la cabeza- ha preferido cerrar el grifo a cal y canto aunque los niveles de paro de muchos países superen el 15% con España superando el 25%. Es decir, las personas, las últimas. Este monstruo de tres cabezas ha cambiado nuestro modelo social.

El alto valor del Euro solo beneficia a Alemania y sus satélites ya que si no estuviéramos los países del Sur su moneda estaría mucho más alta y no serían tan competitivos. En cambio, los países cuya economía se basa más en el turismo y en la cultura, el alto valor del euro les impide su crecimiento.

No saber manejar la inflación con los tipos de cambio y los tipos de interés son los que han provocado este agujero negro, por tanto, la solución es fácil: darle a la manivela del Euro hasta que valga un dólar. Eso o salirnos del Euro.