Azorin

Es evidente que la sociedad española ha madurado y funciona con normalidad a pesar del enrevesado caos político: Corrupción, falta de acuerdos, falta de proyectos claros. Nuestra clase política crea más problemas que los que resuelve y se están haciendo “prescindibles”.

Sería deseable ponerles deberes. Así todos deberían leer un libro de nuestros clásicos sobre la política. Yo les propongo “El Político de Azorín”, escrito en una larga convalecencia en el campo.

Así habla de que un “hombre de estado deber tener un cuerpo sano”. Vestir de forma elegante con sobriedad. No prodigarse ni en la calle, ni en los paseos ni en espectáculos públicos. Tenga la virtud de la eubolia, ser discreto de lengua, ser cauto, reservado. Sepa desentenderse de los que les buscan para adularlos y corromperlos. Remediar la inadvertencia. No ser impacientes.

Pero quizás, su profecía podría estar en el capítulo VIII: “La excesiva pasividad en el gobierno engendraría el desorden y la confusión en el País”. ¿Responsable?

 


Texto | Chibus
Foto | Ramon Casas i Carbó [Public domain], via Wikimedia Commons