Aldehuela

No acabo de estar seguro de los beneficios de un debate sobre el estado de la nación, a saber: se trata de un debate televisado, con gran cobertura de medios, los oradores se preparan más para salir “vencedores” de los duelos dialécticos que para de verdad abordar con auténtica honestidad los problemas ciudadanos. Hay que salir vencedores porque eso da votos, hay que hablar de lo malos que son los otros y de lo buenos que son los nuestros. Al margen de la ponencia inicial del presidente, cuyo único mérito es elegir, de aquello que es un buen dato, lo que más venda entre los ciudadanos, vienen los turnos de los portavoces del resto de grupos parlamentarios, que tienen más miga, más interés, porque aquí ya no hay lugar a la complacencia, hay que pinchar, hay que sacar a la luz los trapos sucios, pero eso sí, de aquello que sea lo que más venda para estar en contra del gobierno, que también da votos.

Algunos apuntes de la intervención de Rajoy: que si hay buenos datos económicos es porque duran los beneficios de una etapa iniciada por el PP en el 96, que si la inmigración (el truco de apelar a la memoria reciente de los titulares de los “cayucos” de Canarias), que si la negociación con ETA. Algún chistecillo (¿quién lidera el tema de inmigración: Rubalcaba, Moratinos, Caldera, De la Vega, nadie? O aquel otro de las soluciones habitacionales o las fotos de las ministras). La réplica…muy fácil de resumir ¿qué nosotros lo hemos hecho mal? Pues que sepas que vosotros lo hicisteis peor: ¿que hay más delincuencia? Eso es porque redujisteis la plantilla de la policía (casualidad que Rajoy estuviese en interior) ¿que la campaña de regularización produjo un incremento de la inmigración? Pues que sepas que hemos aumentado los controles de fronteras, ¿qué la política exterior hace perder prestigio al país? Más lo hizo perder eso de las Azores o la guerra de Irak…. y suma y sigue….
La conclusión que saco de todo esto es que no se diferencia mucho de los debates televisados de las campañas electorales: los que aspiran a renovar, entresacan y promocionan a grito pelado lo que creen que han hecho mejor, los que aspiran a gobernar, ahondan en los principales errores, los que aspiran a renovar, se defienden diciendo que los otros lo hicieron peor, los que aspiran a gobernar afirman que los otros lo hicieron aún peor… como los niños: “tonto tú… tú más… tú la bola infinita… a mi me rebota y a ti te explota…”

Algunas frases electoralistas:

  • Rajoy: “los derechos no residen en comunidades autónomas, ni en territorios… solo en la ciudadanía” ¿A qué me suena? ¿eso no es uno de los cinco postulados del manifiesto de “Ciudadanos de Cataluña”? ¿No intentará atraer el voto de la gran masa de ciudadanos que ha apoyado ese manifiesto?
  • Zapatero: “hemos aumentado la oferta de empleo público” Hombre, con más autogobierno en las autonomías, hay más funcionarios para asumir esas competencias, eso es evidente…“dice usted que la política exterior no tiene prestigio…pues mire lo que dicen algunos periódicos europeos…” Todos los titulares hablaban bien pero… ¿de qué fecha eran? ¿era un titular de portada o de cualquier página central del lado izquierdo del periódico? ¿a qué tamaño de letra estaba el titular?

A fin de cuentas, nada nuevo, ¿esperábamos una crítica constructiva? ¿esperábamos que alguien reconociese algún error? ¿esperábamos un debate más centrado en problemas reales que en debates demagogos? ¿esperábamos que alguien nos explicase el por qué de las cosas? No, yo realmente no me lo esperaba, me esperaba algo así como lo que ha sucedido, un encomiable esfuerzo por conservar el sillón o por ganarlo si no se tiene. Así pues, lo único que saco de provecho es la realización ofrecida por La 2: ¿qué habla de vivienda? Pues un plano de la ministra en el que se oye pensar: “ha dado un dato de vivienda… ¿es correcto?… no sé, espera, no me acuerdo… sí, debe ser correcto; ¿qué habla de política exterior? Pues un planito de la exultante sonrisa del amigo Moratinos, pensando… “esto no es nada… cuando estuve encerrado con Arafat… eso si que era caña…”

el último rebaño