Foto de Darco TT

Ahora que algunos hosteleros están liados contra la ley que prohíbe fumar en sus establecimientos, otros presentan propuestas innovadoras para que sus clientes sigan practicando el deporte nacional de arreglar España en la barra del bar. Sin recurrir a valdanos ni gurúes de la economía, una cafetería ofrece a sus clientes “café para todos”: Al café “negro”, con leche, irlandés, vienés y otros conocidos, ha añadido los siguientes: “café como dios manda”; “café de la madre” y “café recalado”. Como los lectores son personas inteligentes, rápido se han preguntado cómo se preparan para copiarlos antes que la Ley Sinde les imponga un canon. Los que respetamos los derechos de autor, no revelaremos las mezclas afortunadas que están incrementando las cajas del mesonero antes citado, si bien deseamos dar alguna pista: El primero vale un duro más; el segundo no modifica los precios pero ofrece el doble y el tercero es el más barato. Y como de bien nacidos es ser agradecido, recodar a D. Miguel de Unamuno afirmando que a él, le gustaba el café caliente, la cerveza fría y la mujer del tiempo y ninguna fémina le replicó. ¿Fumaba D.Miguel en el Casino?

 


Texto | Chibus
Foto | Darco TT