El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea está compuesto por organismos que organizan el sistema capitalista sin contar con la mayoría de agentes sociales, ya sean empresas, trabajadores, desempleados o jubilados. Los acuerdos de Basilea, el primero (1988), el segundo (2004) o el tercero -que entrará en vigor el próximo mes de enero-, pretenden dotar al Sistema Financiero de más solvencia y liquidez para evitar grandes quiebras a los ahorradores que acabarían con el sistema económico total. Y aquí viene el problema, ya que si se exige más liquidez a los Bancos, estos prestarán menos a las empresas, y las más débiles, acabarán desapareciendo. En España, las pymes representan aproximadamente el 65% de PIB y el 70% del empleo, siendo en su mayoría de tamaño muy reducido y baja capitalización comparándolas con las de su entorno. Su financiación es casi exclusivamente bancaria ya que los socios apenas si ponen fondos propios y además no han constituido reservas en los años de bonanza. La solución pasa por ampliar capital y realizar fusiones. En los balances, los fondos propios deben superar como mínimo un 35% de la inversión total. Los políticos y demagogos prefieren culpabilizar a la banca en lugar de buscar soluciones posibles.