Fado, por Manuel Díaz García

 

Como cada año, llegan silenciosos, ocupan nuestros hoteles, salen de compras, disfrutan de la comida de nuestros restaurantes, se divierten de la noche salmantina. Son nuestros vecinos y amigos los portugueses.

Como cada año, se ponen sus mejores galas, acuden el día 31 a la Plaza Mayor e instauran una bonita costumbre que los salmantinos no practicaban, comer las doce uvas y desear suerte al Mundo. Así, sin promociones comerciales, voluntariamente, muchos portugueses han convertido nuestra ciudad en el lugar emblemático para comenzar el nuevo año.

Los salmantinos, mirándonos el ombligo todo el santo día, los hemos estado ignorando, sabemos que es bueno que vengan, que gasten sus escudos –perdón sus euros-, pero no hemos sido capaces de darles ese tratamiento que destacó el mismísimo Cervantes en el Licenciado Vidriera:”Salamanca, que enhechiza la voluntad de volver a ella…”.

Ya va siendo hora que nuestra arrogante Ciudad Patrimonio de la Humanidad y muy Culta, denomine al mismísimo día 31 de Diciembre de cada año, día de Portugal en Salamanca. Miguel de Unamuno lo aprobaría. Se lo merecen y mucho.

 


Texto | J.L. Blanco
Foto | Manuel Díaz García
En foto aparece Carla Pires durante su actuación en la Plaza Mayor de Salamanca, con motivo de la Feria del Libro.