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Una vez más se demuestra con hechos ciertos que Salamanca desprecia a sus trabajadores. Como último ejemplo tenemos la desidia institucional y social frente a los graves problemas que atraviesa el citado grupo. La soledad en la que se encuentran los afectados es preocupante. Ni los sindicatos, la patronal, las instituciones públicas, sociales o religiosas hacen nada por evitar estos desastres. Algunos tenemos grabado en la memoria al Pueblo de Aguilar de Campoo salvando sus empresas galleteras. Aquí, en Béjar, se liquidó todo un sector industrial como si no hubiera pasado nada. Una posible solución para el Grupo MRS podría ser a través de la participación en el capital social de sus propios trabajadores. Por cada empleado, 7.000 euros del Fondo Social Europeo, 3.000 la Junta de Castilla y León, 2.000 el Estado y 12.000 de un microcrédito a 10 años. Así cada empleado podría aportar 24.000 euros y conseguir la solvencia y liquidez suficiente. A su vez profesionalizar la empresa, separando propiedad y gerencia, para liquidar las empresas del grupo sin viabilidad económica. Prejubilaciones para los mayores de 50 años. Y a partir de ahí, producir con calidad, vender y cobrar para asegurar los salarios, seguros sociales, proveedores e impuestos

 


Texto | Chibus