Foto de Matthew C. Wright

Una vez que los garbanzos se han pronunciado sobre la crisis que padece España, muchos ya buscan soluciones asumiendo que el mal radica en nuestras propias decisiones y no en las de otros. Hubo mucho dinero, unos lo utilizaron bien y otros mal. Todo fue racional, y es que no es tan fácil conocer y manejar todas las “aristas” del valor del dinero de las que ya hablaba en el siglo XV la famosa Escuela de Salamanca: Valor nominal del dinero, tipos de interés, inflación, tipos de cambio, impuestos… Todo ello mezclado con distintos territorios y tiempos nos ha hecho confundir las “churras” con las “merinas”. Por ejemplo, para ayudar a Alemania a salir de la crisis, los tipos de interés oficiales de la eurozona fueron especialmente bajos, alimentando burbujas en otros países con biorritmos cambiados. Entonces, fijado el origen de la crisis en los riesgos de gestión de los tipos de interés, es fácil encontrar una medicina clásica que ya se tuvo que aplicar en España por tecnócratas: Intervención oficial de tipos de interés para los ahorros. Se podría preguntar a los ahorradores si prefieren perder intereses o capital. ¿Repasamos la historia?

 


Texto | Chibus
Foto | Matthew C. Wrigh bajo licencia CC BY-NC-SA 2.0