un grifo, de Jesús DQ

Un fontanero, mientras desatascaba una tubería, nos definió “madofia” como un defecto genético del dinero y para explicarlo llenó el lavabo con agua y quitó el tapón del fondo; en un “plis-plas”, el agua desapareció, “catedráticamente” dijo: es la “fuerza de coriolis”, mezclando “churras” con “merinas”. Como todo lo dijo mientras trabajaba y no le prestábamos demasiada atención, al finalizar, insistiendo, citó otros casos de la propia naturaleza como la atracción que sufren los insectos ante los colores de una planta carnívora o el de los cuerpos pesados atraídos por la fuerza de la gravedad, por no hablar de los “agujeros negros” que atrapan la rapidísima luz sin dejarla salir. Ante tanta demostración, los allí presentes no tuvimos más remedio que admitir que “madofia” era algo natural. Lo que ya no es tan natural es la capacidad humana para olvidar, y como ejemplo tenemos el de la gran crisis del 2008 que ya nadie habla que comenzó antes del 2001, explotando el caso Enron, en el 2002 el WorldCom, en el 2003 Parmalat, Forum-Afinsa, Gescartera y así hasta 2008 con JP. Morgan, Lehman Brother, B.Wachovia, Societé General, Fortis, Madoff, ¿cuál será el siguiente?. Con esto se demuestra que las “depresiones” no nacen en las Entidades Financieras si no en la economía general y que madofia es mezcla de avaricia y confianza.

 


Foto | Jesús DQ