Sobre economía puede opinar desde el más insigne filósofo hasta el hombre más pobre del planeta. Dentro de esta materia, siempre destaca el problema planteado por el valor del dinero: Quién establece su valor y quién tiene poder para “darle a la manivela”. En su día se habló que podría ser cosa de Dios o del Diablo, pero ahora ya sabemos que esto solo es cosa de la especie humana. Casi siempre el poderoso ha impuesto su moneda cuando ganaba una guerra: Si eran los sumerios, imponían su moneda, igual pasaba si eran griegos o romanos. Si el poder lo ostentaba un duque, su moneda, era el ducado. Si quienes ganaron la última guerra mundial fueron los americanos, el dólar fue la moneda de referencia en Occidente. El Euro se estableció por consenso entre algunos países de Europa, pero era una forma de hacerse más fuertes. Observadas las turbulencias financieras, al final, entre un poder y otro nuevo, siempre estará el mercado, que somos todos. Con tantos cambios, la pregunta inicial no puede tener respuesta fija. Para entretener nuestra curiosidad, lo que si podríamos decir sobre el dinero es que vale igual en el bolsillo del rico que del pobre, la única diferencia está en la cantidad (Tomás de Mercado). El tiempo nos llevará de la sal a la moneda digital.
Foto | Jesús DQ
