Foto de Darco TT

Señoras y Señores, volvemos a necesitar de los filólogos para distraernos de tantos “tambores de crisis”. Recuerdo que un señor mayor catalán, con mucha experiencia en el análisis de empresas nos comentó que cuando la contabilidad de las mismas no está muy clara, lo mejor era observar la caixa o la faixa. Rápido un ilustre filólogo de nuestra Universidad nos informó de muchos de sus significados y que también en castellano antiguo se decía así pero que las “x” evolucionaron a “j” (México/Méjico).

El mejor significado en el caso que nos ocupa venía a definirse como caixa: “Conjunt del actius liquids realitzables de forma inmediata pel subjecte patrimonial”. Mientras que faixa: ”Peca de roba molt mes llarga que ampla que serveix per a cenyir el cos per la cintura donant-hi diferents volts”. Para los que somos poco cultos nos llena de alegría saber lo que significan estas expresiones catalanas, y en caso de duda, siga la pista al dinero.

Pero no terminan aquí las intrahistorias de este dicho y durante el verano pude leer cómo las tropas franquistas reclutaban soldados del protectorado español en Marruecos con las simples frases de caja o faja. Esta frase quedó grabada en la mente de muchos marroquíes. Quien no se alistaba pasaba a la Caja -de madera de pino-, quien se alistaba, cobraba un dinero que lo guardaba en la faja, y en caso de duda, diríamos:»poderoso caballero es don dinero».