Cocodrilo Botifler

Me cuenta un gachupín que ayer, a más de 800 metros de altura sobre el nivel del mar, se zambulló en una piscina comunitaria completamente solo como es costumbre en sus despoblados lares. Con tapones en los oídos y unas gafas de buceo se sintió seguro nadando por una calle bien marcada. Al hacer su primer largo se dio cuenta que no estaba solo, un cocodrilo también nadaba por el fondo. Frente al susto inicial reaccionó con tranquilidad.

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