Es evidente que el desarrollo urbanístico influye mucho en la economía. En esta ocasión y después de haber hablado con un comerciante-constructor, propondríamos un debate sobre el posible cambio de uso de locales comerciales por viviendas. Si Salamanca fue pionera en la rehabilitación de la zona histórica y ello ha traído turismo, ahora Salamanca puede volver a ser pionera con este cambio urbanístico; la zona histórica ganaría de nuevo población, que falta le hace. A nivel del suelo se eliminan más fácilmente barreras arquitectónicas de acceso a viviendas, que tan negativamente afectan a mayores, madres con niños y discapacitados. Por ejemplo, en un edificio de dos plantas con local comercial, viven en el segundo piso unas personas mayores, estas pasarían al local transformado en vivienda y el piso podría ser ocupado por una pareja joven. Con estas transformaciones se ganaría en sanidad, los locales cerrados durante mucho tiempo son verdaderos focos de infección. Ahora que muchos comercios están cerrando, se impone un cambio que permita dar utilidad a lo que ya está construido. Locales cerrados, viviendas vacías, edificios en ruinas, eso es lo que convierte en marginal las zonas históricas, haciendo perder encanto a las ciudades antiguas.
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