autonomo

Los Consejeros de la Cía. Eléctrica, nacida con fondos públicos, tenían como objetivo principal formar parte de más y más Consejos de Administración; para incrementar beneficios dieron de baja a sus empleados y los convirtieron en «autónomos«. En el camino, lo que antes hacían 24, ahora lo haría solo uno. Servicio 24 horas al día, cero vacaciones, cero días de enfermedad. La gran Cía. Telefónica, dado el éxito de la anterior, copió “el management”. Las Cías. de Seguros aprovecharon para vender sus oficinas a los que antes eran sus empleados y ahora sus “autónomos”; serían sus propios jefes pero tendrían que seguir soportando al “arreador” de turno, todos los seguros le parecían pocos. Las Cías. de Transportes obligaron a darse de alta como “autónomos” a sus empleados y además a comprarles un camión. Para pagar el “leasing” tuvieron que trabajar, comer y dormir en el propio vehículo. Las Entidades Financieras se «volcaron» con los autónomos y anunciaron créditos para financiar buenos proyectos aunque no hubiera solvencia; Llegado el día de firmar ante el notario, ni pignorando a la suegra soltaban la pasta. Las Administraciones Públicas ofrecían muchas subvenciones para fomentar el “autoempleo”, pero después de pasar por n+1 dependencia con sus correspondientes funcionarios, papeles y fotocopias, el dinero, nunca llegaba a tiempo.

En estas estaba Manuel Bueno, que siempre quiso ser emprendedor ya que la nueva sociedad pedía ilusión, sacrificio, trabajo, inventiva y flexibilidad, cuando el funcionario de la ventanilla única le dijo que volviera “mañana”. Frunciendo el ceño, pensó: esto nunca lo haría un “autónomo”. Pensativo, de vuelta a casa, fue a topar de bruces con un local de las desaparecidas Galerías Preciado, su puerta entreabierta invitaba a pasar. Entre el revoltijo de existencias encontró una raída capa, se la probó y salió “disparado”. Su velocidad fue tal que parecía “autotransportarse”. Su fuerza y destreza no eran menores. Empezó a solucionar cuantos problemas surgían en Helmos; no necesitaba dormir ni alimentarse. Ofrecía sus servicios gratuitamente. El Gobierno ahorró un 50% de dinero público, las grandes Compañías otro tanto. La eficiencia fue tan extremadamente alta que los otros 400.000 autónomos fueron dados de alta como Consejeros Delegados. Cada mes una reunión y su prima correspondiente eran suficientes para vivir como “dios manda”. Desde entonces, San Manuel Bueno es el nuevo Patrón del País y todos los días parecen Domingo por la tarde en verano.


Texto | Chibus
Imagen | Alejandro Romero en www.irreverendos.com