Foto de Darco TT

Sumando la etapa de bonanza económica y la etapa de crisis, Salamanca se ha ido descapitalizando brutalmente en los últimos veinte años. La mayor parte de nuestras grandes empresas han ido desapareciendo o desubicándose. A Caja Duero, al Banco de Castilla y al grupo Viajes Halcón habría que añadir otras muchas como la Azucarera, Nachi, Polienvasados Ibéricos, Cofrilesa, Brufau, Queserías Ortiz etc. Esto demuestra que Salamanca no es terreno abonado para la inversión empresarial privada, dependemos casi al cien por cien de los fondos públicos. No obstante, contamos con grandes estructuras infrautilizadas. Tenemos el mayor porcentaje de kilómetro de autovía por habitante de España, contamos con un aeropuerto envidiado por muchos, nos han dotado con algunos centros de investigación como el del cáncer, neurociencias y láser que ya los quisieran otras provincias con mucha más población. ¿Entonces qué falta en Salamanca?, es evidente, capital social. Necesitamos crear una S.A. para rentabilizar estas estructuras antes citadas. Muchos pequeños accionistas que entregan pequeños importes a profesionales de cada sector y que estos se comprometan a devolverlos vía dividendos. Esto o pasar hambre, elijan Vds.

 


Texto | Chibus