Tormes, foto de Darco TT

Antes, rescate nos sonaba a final feliz, ahora lo hace a descalabro financiero. Existe consenso entre políticos y economistas en señalar que España no necesitará un rescate, como mucho ayuda financiera. Nuestro problema no es de solvencia pero sí de liquidez. Tenemos unas variables mejores que la media y otras peores. Por ejemplo, nuestro nivel de deuda soberana respecto del PIB es inferior a la de los cuatro países grandes de la UE. En el lado opuesto tenemos un nivel de paro que duplica la media. Nos hemos comprometido en no rebasar el 6% del déficit sobre el PIB en 2011 y llegar al 3% en 2013. Si la economía consigue repuntar, este déficit se podría conseguir, el problema está en el “pez que se muerde la cola”, si no nos dan liquidez al precio de nuestros países competidores, no tendremos crecimiento y sin crecimiento, nuestro déficit será superior. ¿Qué hacer ante tal dilema? En estos momentos, se impone un gran pacto de gobierno para pedir el rescate ya, repartir el trabajo existente, hacer una gran reforma fiscal para que sea más progresiva y ajustar autonomías y ayuntamientos. En resumen, mayor solidaridad entre españoles.

 


Texto | Chibus
Foto | Darco TT