“Cuando el reino lleva mucho tiempo desunido, se une; cuando el reino lleva mucho tiempo unido, se separa”. Esta es la primera frase de la Historia de los tres reinos, una de las más famosas novelas clásicas chinas escrita en el siglo XIV, al comienzo de la dinastía Ming.
Esta sentencia parece confirmar una ecuación universal que afecta a todo los reinos, a todos los imperios, a todos los países. En la Península Ibérica fueron famosos los reinos de taifas -banderías-. Con la muerte de Almanzor -Catalañazor 1002-, el Califato de Córdoba se fragmentó en veintisiete reinos independientes. Su desunión fue aprovechada por los reinos cristianos para hacerlos desaparecer.
Esto viene a cuenta para preguntarnos si el moderno Reino de España está en fase de “unión” o “desunión”. Si tenemos en cuenta la brutal crisis económica que afecta a Occidente y nuestra incapacidad para llegar a acuerdos en materia económica, laboral y formación de las Autonomías, se diría que estamos más cerca del final de los reinos de taifas. ¿Responsables?: todos.
Texto | Chibus
Foto | España en un café de Lola
