Castillo de Fuensaldaña, por f22-photo

Querido Phantomas de Fuensaldaña, tú que vagas por estas tierras de leones y castillos, tierras altas estranguladas por corona de espinas, tú que naciste provisional, rural, de invisible zurcido, más genético que cerebral, tú y solo tú podrás contarnos porqué te han prejubilado a los veinte, justo cuando empezabas a madurar. Tú que eres un fantasma joven, moderno, alegre y divertido te han trasladado a lo habitual que se lleva por estos lares, a vagar sin pena ni gloria, a vivir de la caridad, a vivir sin trabajar. Tiempos para penar. De caballeros ilustres, ya lo sabemos, tenemos un pedestal, y estos nos dicen que necesitan modernidad, mucha luminosidad, hormigón, alabastro y cristal frente a piedra antigua, esculpida por el Dios Kronos. Ellos solitos reforman la vida de todos grabando en formato digital algo que llaman nuevo Estatuto, en el que, una vez más, ellos solitos dicen que somos una nación histórica (¿?) y que quieren doblegar al mismísimo D´Ouro, amigo tuyo donde los haya. Y presumen de sobriedad y austeridad.

Querido Phantomas de Fuensaldaña, no quedes desconsolado, tendrás más tiempo para soñar, para dejarte llevar por tú preferido río hasta llegar al mar, tu ilusión de toda la vida. Tendrás tiempo para volar. Querido amigo, vela por nosotros.

 


Foto | p22-photo