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Un Charro Gachupín descreído y asociado a la “Chicago Business” cuenta hoy que con la llegada de la Navidad se producen pequeños milagros que pueden ayudar a cambiar el mundo, nuestro mundo más cercano. Es decir, utilizar la mente del mayor científico del siglo XX para cambiar el lánguido futuro de Salamanca.

Y es que parece que le han regalado un libro con frases célebres del gran científico Albert Einstein del que pensaba que era más ateo que laico. Craso error.

Por ordenar el pensamiento religioso del Sr. Einstein, dice que empezaría por la frase: “la ciencia sin religión está coja, la religión sin ciencia, está ciega”. A dicha frase le debería seguir otra cuando afirma que la definición de la locura es continuar haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes. Y una tercera más: “Hay dos formas de ver la vida, una es creer que no existen milagros, la otra, que todo es un milagro”. La imaginación es más importante que el conocimiento, pura religión.

Y parafraseando a nuestro intelectual más brillante del mismo siglo D. Miguel de Unamuno, D. Albert dijo que una Universidad es un lugar donde la universalidad del espíritu humano se manifiesta. ¿Habría leído el segundo al primero?

Y para que se produzca el milagro de cambiar el lánguido futuro de la ciudad que sestea a orillas del Tormes es creernos que la religión del futuro será cósmica o no será, frase también del célebre y universal científico.

Esto nos sirve para enlazarlo con las propuestas de nuestros tres rectores actuales, sí, tres, el de la llamada Universidad de Salamanca, el de la llamada Universidad Pontifica de Salamanca y el de la Universidad del Convento Dominico de San Esteban. Los tres pretenden celebrar por todo lo alto grandes efemérides futuras que tendrán gran repercusión para el futuro. La “Ponti” para reafirmarse que su constitución fue al mismo tiempo que la “Civil” y que deberían celebrar conjuntamente el VIII Centenario en el 2018 y la de los dominicos para celebrar su particular VIII Centenario en 2016 cuando recibieron la autorización papal para salir a predicar fuera de sus anchos muros con gran éxito para la humanidad.

Llegados a este punto, la Universidad de Salamanca tiene como gran reto convertirse en una Universidad Internacional apoyándose en la investigación científica. La Universidad Pontificia quiere que a los estudios religiosos se les conceda más importancia. La Universidad de San Esteban, quiere poner en valor la Escuela de Salamanca con su aportación a los derechos humanos y la ética como forma de vida.

El Charro Gachupín dice que el sacaría de la chistera un nuevo “campus universitario” en los terrenos de la Fábrica de Mirat y Polígono del Tormes donde se unieran en U.T.E las tres universidades, donde a la “Ciudad de las lenguas del Mundo” -propuesta en Diario Salamanca- se le uniera la “Ciudad de las religiones del mundo”. En ella se pretende que los religiosos del mundo puedan compartir un espacio, rezar, orar y discutir civilizadamente todos juntos demostrando a la juventud que los problemas de violencia y religión son más “humanos” que “divinos”. Y es que el “nacionalismo” es una enfermedad infantil, el sarampión de la humanidad (Einstein)

 


Texto | Chibus
Foto | Ferdinand Schmutzer [Public domain], via Wikimedia Commons