Libertad

Hace unos días fuimos testigos de las protestas en Marruecos por la visita de los reyes de España a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. Las manifestaciones de fervor patriótico marroquí y de lealtad a su monarca, nada democrático, pueden recordarnos fácilmente a las escenas que se vivían en la España de Franco. El déficit democrático en nuestro vecino del sur es sólo comparable a las ansias imperialistas de sus líderes y a la tibiedad con que los diferentes gobiernos españoles, especialmente el último, han tratado asuntos tan graves como la ocupación del Sahara Occidental por Marruecos.

Vía Mangas Verdes me entero, justo antes de recibir información por correo, de la petición de ayuda de Amnistía Internacional para varios presos de conciencia marroquíes. Puedes colaborar con la libertad en Marruecos firmando una carta que Amnistía Internacional hará llegar en tu nombre al ministro de Justicia marroquí para conseguir que los derechos a la libertad de expresión y de reunión de los defensores de los derechos humanos en Marruecos sean respetados.

Muchos, incluido yo mismo muchas veces, piensan que estas cosas no sirven para nada, pero granito a granito y empujoncito a empujoncito se pueden ir consiguiendo ciertos avances. Por otro lado estas cosas sirven para uno mismo, para tomar conciencia y para quitarse esa venda de los ojos que tangas veces nos ponemos o cuando simplemente miramos hacia otro lado.

 


Foto | Chema Concellón