La solución, en quince líneas, vendrá de la mano de la repoblación. Repoblación humana con todos aquellos que están deseando venir para repoblar nuestros bosques. Sería maravilloso decir que una ardilla podría atravesar toda Castilla y León sin bajar de los árboles. Repoblación animal extensiva para dar de comer a esos cinco millones de habitantes que necesita imperiosamente esta ancha tierra para declararse espacio autonómico. Con tanta gente, con tanto vegetal, con tanto animal, las empresas estarán deseando invertir ya que sus posibilidades de obtener beneficios serán superiores a los riesgos de perder su dinero. Y por último, los políticos también estarán deseando hacer infraestructuras públicas ya que se jugarían un gran número de votos. La financiación vendría de Europa, corrigiendo su actual política de la PAC., pero también del gobierno español ya que León y Castilla sería un modelo mundial para luchar contra el cambio climático. Ideológicamente nos acercaríamos al cura de Armenteros: como cristianos hacemos lo que debemos, aunque debamos lo que hacemos. Y la solución no vendrá de la reforma del Estatuto de Autonomía, ni de tanto Consejo Social, ni de tanta mesa de observación, vendrá con la repoblación y la educación. ¿Fácil?, todo acaba en on.
Foto | Manuel H
