Foto de Erich Ferdinand

La pálida hamburguesa estaba deseando que terminara el duro invierno para cargarse de energía solar cuando su profesor de español le estaba enseñando expresiones populares. Si quiere mostrar indiferencia, puede decir: “me importa un bledo” o “me importa un pimiento”. Ella, que sabía lo que era un pimiento, buscó en un diccionario: bledo, hortaliza desabrida, blanca o roja. Como no entendía el castellano castizo, volvió a la carga y el maestro le comentó que su significado es parecido a “me importa tres pepinos”. Y volvió al diccionario: pepino, planta de la familia de las cucurbitáceas, como el melón o la calabaza, originario de la india, llegó a la culta Europa a través Egipto, Grecia y Roma. Tiene propiedades alimentarias, fundamental para hacer un gazpacho y también cosméticas, rejuveneciendo la piel, por eso las artistas de Hollywood duermen con un trocito de pepinillo en cada ojo. Entonces lo comprendió todo; como un bledo vale lo mismo que tres pepinos y estos están muy caros, procedió a su difamación, haciendo bajar sus precios y ahorrando para el próximo veraneo. Y colorín, colorado, la guerra del pepino, ha terminado, o no.

 


Texto | Chibus
Foto | Erich Ferdinand (licencia CC BY 2.0)