Foto de Darco TT

Es verdad que la política agraria comunitaria aporta el 30% de la renta agraria de nuestro País, pero también es cierto que ha descendido el número de explotaciones, las personas activas en el campo, las hectáreas cultivadas y las cabezas de ganado. No existen cifras exactas pero algunos estudios avalan la pérdida de importancia de este sector fundamental en un 23% desde que entraron en vigor. A su vez, esto ha influido en la desaparición de otro 23% de industrias vinculadas a la transformación agrícola y ganadera. En resumen, España depende cada vez más de importaciones de otros países y las zonas rurales se despueblan a pasos acelerados en beneficio de las grandes capitales. Con la que está cayendo, la falta de solidaridad entre nuestras regiones, entre estados de la Unión o terceros países, debiéramos pensar que nuestra seguridad alimentaria está en estos momentos en una situación muy comprometida. A la crisis de la deuda se le podría sumar una crisis alimentaria, impensable desde hace más de 50 años. El gobierno central, autonómico y local debieran revisar sus modelos económicos y volver a apostar por el campo o podríamos pasar hambre. España es fuerte en sector primario, turismo y cultura, debiéramos potenciarlos conjuntamente.

 


Texto | Chibus
Foto | DarcoTT