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Salamanca, ciudad de los intercambios educativos y culturales

A estas alturas de la vida no nos sorprende que anunciemos que Salamanca es un importante cruce de caminos. Así formamos parte de la gran ruta Helsinki-Lisboa de nivel Europeo o la que une Algeciras con Gijón por la Ruta de la Plata. Somos un importante nudo de comunicaciones de personas y mercancías.

Tampoco aportamos mucho si decimos que Salamanca apostó hace mucho tiempo por la educación y cultura como principales ejes de nuestro desarrollo futuro.

Una vez más y siempre dentro del nuevo modelo económico fractal, debemos potenciar todo aquello que no requiere enormes esfuerzos financieros que no tenemos

En el proyecto de hoy fijaríamos como reto ser la Ciudad Europea en los intercambios educativos y culturales como una forma de diferenciarnos

Tenemos buenos centros de enseñanza con buenos profesores, tenemos un nivel de producción cultural propio cada vez mayor, tenemos una ciudad media acogedora tanto en lo concerniente a la hostelería como en las propias familias. Tenemos excelentes colegios de enseñanza de español. Lo tenemos todo para cumplir el sueño.

Empezaríamos por Portugal aprovechando las buenas relaciones de nuestra Universidad con la de Coimbra. Además de esa relación que debiera incrementarse aún más, podríamos llevar adelante lo que se llama un hermanamiento entre ciudades. Niñas y niños portugueses vendrían un curso a estudiar a Salamanca en un colegio Público o Concertado y residir en una familia de aquí. Igualmente niñas y niños de Salamanca irían a Coímbra con igual trato. Es evidente que los portugueses aprenderían bien el español y los españoles, portugués, sabiendo que el futuro pasa por el conocimiento de tres idiomas como mínimo para encontrar el ansiado trabajo.
Igual podríamos hacer con Guarda, Viseu, Aveiro y Oporto, todas ellas próximas.

Al mismo tiempo, podríamos hermanarnos con dos o tres ciudades francesas como podrían ser Lille, Lyon o Burdeos, por poner un ejemplo. También otras tres inglesas como pueden ser Cambridge, Oxford o Edimburgo. En Alemania Würzburg, que estamos hermanados pero no se incrementan relaciones entre ciudadanos. En Bélgica, Brujas. En Italia, Bolonia y Florencia. Y así sucesivamente.

También tendríamos que hacer intercambio voluntario de profesores durante un curso, para todo ello habría que invertir fondos en la formación del profesorado.

Es evidente que el resumen sería una Salamanca importante de nuevo en el mundo educativo y cultural. Además, está contrastado por los “erasmus”, que cuando vienen los hijos, al poco tiempo vienen sus padres y familiares para ver la ciudad más bonita en piedra de España y quinta de Alemania, por acabar de forma graciosa. ¿Posible?.

Aunque nos parezca mentira, aún queda mucho por hacer en la educación y la cultura como importante motor de desarrollo de una economía sana y con futuro.