foto de DarcoTT

Ahora ya nadie pone en duda que la actividad económica funciona si el crédito funciona. Cuando la Señora Merkel afirma que los ciudadanos del Sur de Europa son “vagos” se equivoca; también se equivoca con su gestión sobre esta crisis que está arruinando un gran proyecto común europeo que otros líderes pusieron en marcha después de la Segunda Guerra Mundial. Como ejemplo le diríamos que cuando España recibía muchos créditos de bancos extranjeros se trabajaba mañana, tarde y noche y ahí está la construcción de grandes infraestructuras, viviendas y fábricas con tres turnos de trabajo diario. En resumen, los ciudadanos trabajan cuando se mueve el dinero y es obligación de sus dirigentes procurar que lo haya.

Actualmente los países del Sur de Europa están sufriendo un ahogamiento financiero desde el BCE-auténtica sucursal del Banco Central Alemán- similar al que sufrió Alemania después de la Primera Guerra Mundial convirtiéndose en la raíz del problema hasta provocar la Segunda Guerra Mundial -como denunció Keynes-.

Dicho esto, los dirigentes españoles están muy preocupados a su vez porque dicen que el crédito bancario no fluye como debiera para financiar a las pymes. El Banco de España dice que “presionará y vigilará” a los bancos para que concedan más créditos y estos afirman que los balances y proyectos de las pymes no lo hacen aconsejable.

Flaco favor hacemos a las pymes si no hablamos claro. Muchas de ellas no son “auténticas” sociedades, muchas no tienen unos fondos propios adecuados, muchas no son viables y algunos bancarios seguimos preguntándonos dónde están los beneficios obtenidos en la larga etapa de crecimiento económico.

Pero más que llorar debemos buscar soluciones: Capitalizar las pymes, es decir, sus socios deben poner más dinero respecto del total de su balance. Si no tuvieran ahorros, de forma individual pueden pedir microcréditos hasta 25.000 euros para formar el capital adecuado que les permita acceder a los mercados exteriores. En esto Alemania nos da “sopas con hondas”. Es hora de pasar pequeñas a medianas.

También deben fomentarse las fusiones y los fondos de capital riesgo que inviertan en pymes con proyectos tecnológicos que necesitan fondos a largo plazo vía capital social para no depender tanto de créditos bancarios. Los bancos son prestamistas que solo desean obtener su margen y que les devuelvan el dinero; dinero que a su vez lo recogen de los ahorradores, los cuales no perdonan que no se les devuelva.

Desde los acuerdos de Bretton Woods, Basilea I, II y III, los Estados y las Entidades Financieras han tenido que “capitalizarse” y esto debe ser trasladado a las pymes.

Y por último, España es el país indicado para liderar el proceso de unión fiscal y bancaria de la UE para que todas pymes accedan en igualdad de condiciones a su financiación bancaria y al mercado de capitales. Por ejemplo pymes alemanas se financian más barato con peores balances. Si no se consigue, todos los países del Sur de Europa deben salirse inmediatamente del Euro como hizo el Reino Unido hizo con la libra cuando se salió del “patrón oro” impuesto por EEUU y Francia. Más coraje por favor. El alto valor del euro en el mercado de divisas solo beneficia a Alemania.

 


Texto | Chibus
Foto | Darco TT