Islandia pasará a la historia como uno de los Países del Planeta Tierra que en un solo día pasó de ser muy rico a ser muy pobre. Desde el Presidente hasta el último islandés hacían trampas y todos estaban muy contentos y felices. Utilizaron el viejo truco de los tipos de interés. Sus Entidades Financieras les pagaban hasta un 8% y les cobraban un 2% en los préstamos. El milagro estaba servido. Pero un mal día alguien les pidió cuentas. Los ahorros se pagaban en moneda local y los créditos se cobraban en yenes. Este milagro quería hacer sombra al mismísimo de los panes y los peces, pero parece que Jesús lo que hizo fue dividir en trocitos lo que había. Bueno, pues a la estafa islandesa le ha salido un serio competidor: España. Muchas Entidades Financieras pagan a los ahorradores más de lo que cobran por sus créditos y el supervisor sigue mirando para otro lado. Quince años sin controlar riesgos de impago ha provocado una gran crisis. Un par de años sin controlar el riesgo de tipos de interés puede deparar en una gran estafa. Si una Entidad es seria y paga lo que desea la autoridad monetaria, no se “jalará una rosca”. Esta política prima a las Entidades mal gestionadas que además de tener más morosidad, pagan hasta tres veces más por los ahorros. Y es que los españoles se han acostumbrado a que el “papá estado” responda de todas nuestras malas decisiones.
