Foto de Caio Basilio

Tras el último atentado de ETA, el panorama político es desolador. Más desolador que el aparcamiento de la terminal 4 de Barajas. Y todo ¿para qué? ¿Qué se consigue hoy día con un atentado? Pues aparte de sembrar la tragedia en dos familias ecuatorianas (desde aquí nuestro más sentido pésame) han conseguido mucho más de lo que nos gustaría: DESORGANIZACIÓN
Por un lado tenemos a ¿Batasuna? Más despistada que un pulpo en un garaje. Fieles a su política de no condenar los atentados pero reconociendo que ha sido una equivocación. ¿Cómo puede algo así sucederle al brazo político de la organización? Pues muy sencillo, división interna entre los que apostaban por la negociación y los que apostaban por la lucha armada. Parece que estos últimos han operado por su cuenta y, mucho me temo, que habrá más consecuencias de este atentado en el seno de esta banda. DESORGANIZACIÓN.

Por otro lado tenemos al gobierno, completamente descolocado y mostrando, una vez más, la incompetencia de este que lo preside, cuyo mensaje no ha podido ser más inoportuno y desacertado. Ha tenido que salir el curtido Rubalcaba cual Quijote a “desfacer entuertos” y son incapaces de reconocer que se han equivocado, que todos nos hemos equivocado, y que este alto el fuego no ha sido más que una nueva treta aprovechada para rearmarse. Más DESORGANIZACIÓN

De la oposición, poco podemos esperar: erre que erre siguen en sus trece en lugar de intentar acercar posturas para mostrar una respuesta unida de todo el pueblo: el resultado, es una manifestación en la que no se ponen de acuerdo ni en el lema ni en el comunicado. DESORGANIZACIÓN y VERGÜENZA Poco importan las víctimas y sus familias, Carlos y Diego Armando, no olvidéis sus nombres tan pronto, solo importa si el mensaje político es adecuado a los intereses de cada partido. Con razón y buen criterio la AVT se ha desmarcado del asunto.

Lamentablemente, muchos nos equivocamos, muchos pensamos que iba en serio y se han vuelto a reír de nosotros. Y lo volverán a hacer porque cada vez que veamos un leve punto luminoso al final del túnel, volveremos a recobrar la esperanza y a esperar que hasta los más desalmados tengan un límite en su crueldad y desaparezcan de forma definitiva.

Señores políticos, todos independientemente de los colores que les sean más propicios, tened un poco de sensatez, aunque solo sea por esta vez, dejad aparte diferencias y uniros, Carlos y Diego se lo merecen, los ciudadanos nos lo merecemos.

Darco TT


Fotos | Caio Basilio | Darco