. . .

La situación que nos están planteando en esta España mía, esta España nuestra los dos partidos políticos más votados no nos interesa a nadie. No voy a entrar a juzgar la política antiterrorista del gobierno porque, aunque pienso que la intención es buena, las formas y maneras de hacerlo no son las más apropiadas. Tampoco voy a entrar a analizar la oposición que está realizando el PP, acoso y derribo total estilo caiga quien caiga y a cualquier precio, que deja lo del archifamoso “Váyase, señor González” como una simpática anécdota del bufón Aznar.

Lo que voy a analizar es lo que nos queda de esto. Que ocurre con el ciudadano medio que no sigue ni a unos ni a otros, porque no se siente identificado o, directamente, pasa del tema y se dedica a lo suyo, a pagar la hipoteca y a llegar a fin de mes que no es poco.

Por un lado tenemos al progre estilo Ramoncín, demócrata de toda la vida, de ideas izquierdas moderadas que vive en la ilusión de los mundos de Yupi y Zapatero y demás, que no se pierde una manifestación antifascista y va con su bandera republicana orgulloso de ser como es y de ser muy moderno.

Por otro, tenemos al individuo rancio estilo Aceves que se cree todo lo que dice Rajoy, es católico, apostólico y romano, dueño de una PYME, defensor de los valores morales y que se ha recorrido todos los puticlubs de la A-1 desde Madrid a Burgos y luego no puede dormir por las noches porque a un hombre le gusta otro hombre y encima se pueden casar. Cree que Zapatero es el mismísimo diablo y no se pierde una manifestación en Madrid por nada del mundo, con su bandera roja-amarilla-roja y con el fiel pensamiento de que los rojos son muy malos y no sabe porqué no están ya en la cárcel.

Foto Lola

Y en medio estamos 38 millones de españoles que, navegamos a la deriva, entre insultos, dimes y diretes y que vemos el telediario como el que ve Aquí hay tomate, por lo que se dicen unos y otros y porque divierte. Y hablo a nivel personal:

Yo, que me tengo de izquierdas resulta que ya no soy español, porque la bandera roja-amarilla-roja es de gente de derechas. Y no puedo poner el himno español en mí móvil porque “es muy facha”. Como soy de izquierdas, tengo que estar en contra de los toros y de las centrales nucleares por sistema, sin razones a favor ni en contra. No puedo escuchar la COPE, ni siquiera el carrusel de deportes de los domingos, porque por las mañanas sale un tipo vomitando tonterías en esa misma cadena de obispos y curas. Y todo el mundo le critica, pero todo el mundo le escucha. A mi me tiene que gustar Andréu Buenafuente, porque es más moderno ser como él. Y escuchar la SER, porque me da otra dimensión como persona moderna.

Tengo también que estar totalmente de acuerdo con lo que se ha hecho con el terrorista Juana de Chaos, porque soy un fiel defensor de los derechos humanos, aunque éste individuo de humano tenga lo mismo que un delfín. Y la gente de derechas piensa que yo soy un proetarra porque soy un rojo resentido y trato de aclarar muchas cosas de este individuo, pero no puedo. Ya soy de la ETA.

Y ahora es supermoderno y queda superguay vivir en Euskadi o Catalunya, decir que eres nacionalista y que no aceptas una opresión del estado español. Bendita opresión, vaya. En forma de industria, trabajo, calidad de vida e infraestructuras. Ya quisiéramos para las provincias del “plan Oeste” este tipo de opresión. Yo me dejaba oprimir, porque es mejor vivir bien de pies que no morir arrodillado. ¿O era al revés? ¿Ves? Como no me sé las citas del Che Guevara pues no soy de izquierdas. Y tampoco puedo decir que estoy en contra de Fidel Castro y de cualquier dictadura aunque sea de izquierdas, porque si no, mis amigos de izquierdas piensan que me estoy volviendo de derechas.

Y con estas, pienso: ¿Y a quién voto yo? ¿Hay alguien que me represente? Que se preocupe por mi bienestar y el de los demás, que me garantice una seguridad social y educación gratuitas, que me garantice que todos seamos iguales ante la ley, que me garantice una vivienda digna que pueda pagar en menos de 50 años, que exista un verdadero ministerio de cultura y otro de medio ambiente, que haya una política social coherente y demás.

Y que me dejen de historias de que si me siento patriota o español, que a nadie le importe si me cae o no me cae bien el rey, que me dejen de bobadas de sentimientos territoriales y realidades nacionales, de estatutos que no interesan a nadie, de manifestaciones electoralistas y demás.

Como esto no se va a conseguir nunca y como bien dijo Extremoduro: Iros todos a tomar por culo. Y a partir de ahora, a votar en blanco.

darco_068.jpg


Fotos | Stra. Luna | Lolita | Darco