Joaquín Fuentes

De la unión de imágenes -grafos para los griegos- y movimientos -kinés-cinética-, nació la cinematografía. Los inventos del siglo diecinueve permitieron crear el llamado Séptimo Arte y así un veintiocho de Diciembre de 1895, los hermanos Lumière proyectaron públicamente su primera película en Lyon. En ella aparecían obreros saliendo de fábricas. Pronto el gran público pedía algo más y fue George Méliès en 1902 quien filmó una historia tan fantástica como un Viaje a la Luna. Tiempos después, la fantasía se hizo realidad. Pero a la imagen y al movimiento le faltaba algo más. En 1927 la película El Cantante de Jazz logró añadirle música a una película. El sonido terminaba con el cine mudo. Después vino el color. Y el cine actual pretende añadir tres dimensiones. Para el futuro se investiga añadir olor. Falta el tacto para completar los cinco sentidos. En ese momento, cine y la realidad se confundirán.

Y la cinematografía se hizo industria. Desde Hollywood a Bollywood, unos crean cine, otros lo distribuyen y los espectadores lo consumen. En España, el cine actual tuvo un fuerte desarrollo a partir de 1955 con las llamadas Conversaciones de Salamanca. En las mismas participaron dos generaciones de cineastas, siendo su gran maestro de ceremonias Basilio Martín Patino.

Pero el acceso a este Arte estaba vedado para la España despoblada y para los barrios alejados. Llevar allí cine no era rentable. Y decimos era hasta que llegó Joaquín Fuentes. Cuentan que nació en medio de una proyección. Su padre lo metió “bancario”, pero él prefirió dejar el maldito dinero para que el cine llegara a la España profunda. Trabajando veinticuatro horas al día, gana el dinero suficiente para vivir, echar más cine y que su familia continúe con el oficio. Unas veces tiene que luchar contra la piratería, otras con el impago de pequeños ayuntamientos. Su frase “dame una buena peli y te lleno un pajar” es digna del mismísimo Fellini. Si alguien se pregunta qué es cultura, diremos que Cultura es Joaquín Fuentes.

 


En la foto: Joaquín Fuentes, Antonio Moro y Basilio Martín Patino