Foto de Darco TT

Cuenta un Charro que tuvo que hacer la mili por imperativo legal que no aprendió nada de defensa nacional pero que aquel periodo de su vida le sirvió para entender la complejidad de este País. Dice que en las largas y calurosas tardes de inactividad, un catalán de su edad llamado Jordi -como no podría ser de otra manera-, con pinta de intelectual barato, y cuando el nacionalismo hacía furor entre los suyos, él, se proclamaba no-nacionalista ya que su visión universal del mundo se lo impedía. Hablaba genéricamente de las personas nacionalistas como aquellas que amparándose en el conocimiento de su entorno, venden favores a una minoría cercana para arrimar el ascua a su propia sardina, pero que a la larga sus soluciones son perjudiciales para la gran mayoría. Ese tipo de políticos se apropian de idiomas, banderas, historias, símbolos y los utilizan como armas arrojadizas. Cuando algo sale bien se lo apuntan pero sí sale mal, ya saben. Así, el nacionalismo catalán gana adeptos fomentando la manía a lo español y el nacionalismo español promocionando la catalanofobia…y los grandes problemas sin resolver… y los ciudadanos alejándose de la política, que también les favorece. Por eso, cada uno de nosotros debe abrir bien los ojos y votar a personas que buscan el bien común y no se apropian indebidamente de nuestras emociones fomentando el odio entre pueblos.

 


Texto | Chibus
Foto | Darco TT